Esta reseña de Byte The Bullet ha sido posible gracias al código facilitado por el publisher JanduSoft. ¡Muchas gracias!
Mi experiencia con este Byte The Bullet creado por Esteban Marín fue como volver a jugar a Astro Bot en menos de un mes, pero desde una perspectiva diferente. Posiblemente la comparación sea un poco ajustada y seguramente su creador no buscaba alcanzar ese parecido, pero pienso que el reciente salvador de la marca PlayStation y el soldado antivírico que protagoniza este Byte The Bullet tienen bastante en común: una aventura en la que deberán recuperar los componentes de un dispositivo electrónico -el cual permite jugar a videojuegos- de las manos de unos seres malvados y donde los constantes homenajes a videojuegos clásicos formarán parte del desarrollo de sus respectivas campañas. Y aunque este juego de plataformas y disparos con estética retro en 2D es algo más desafiante que el último éxito de la casa PlayStation, es otra buena carta de agradecimiento a los videojuegos por parte de su creador, pues además de presentar una aventura sensacional sus homenajes y referencias también permiten descubrir de primera mano juegos clásicos que seguramente algunos jugadores nunca hayan experimentado.
Desarrollador/a: Esteban Marín
Publisher: JanduSoft
Fecha de lanzamiento: 19/09/2024
Plataformas: PC, PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S y Nintendo Switch
Lo he jugado en: Xbox Series S
Lo que nos cuenta este videojuego es que el ordenador de Esteban sufrió un pantallazo azul de la muerte mientras jugaba a Fort… A un juego, vaya. Para poder recuperar el funcionamiento de su equipo, decidió usar un antiguo disquete que contenía un potente antivirus: el mismísimo Byte The Bullet, el cual tendrá la misión de eliminar la ingente cantidad de virus que han atacado al ordenador para así poder reparar los componentes más importantes que se han visto afectados.
Para ello, visitaremos la tarjeta gráfica, el disco duro, la tarjeta de sonido, la fuente de alimentación y el sistema de refrigeración. Estos componentes tendrán la función de ser los diferentes mundos de Byte The Bullet con sus correspondientes niveles. Aquí es donde comenzaremos a ver lo inteligente que es el juego creado por Esteban Marín, ya que los jugadores podremos decidir en qué orden recuperar los componentes del ordenador dependiendo de cómo estén afectando al gameplay y qué bonificaciones conseguiremos una vez hayamos restablecido la pieza correspondiente tras derrotar a su jefe final. Si reparamos la tarjeta gráfica volverá el color a la pantalla, si recuperamos el disco duro se activarán checkpoints en los niveles, si arreglamos la tarjeta de sonido evitaremos que el ritmo del nivel -música, enemigos, movimiento- vaya súper rápido al pisar ciertos bloques… Todas estas decisiones no solo afectarán a los niveles de los componentes que aún no hayamos visitado, sino que también tendrán una pequeña e interesante repercusión en las fases finales del juego. Y aunque aún no lo he podido comprobar tras esta primera partida a Byte The Bullet, pienso que esta libertad de decisión sobre los componentes beneficiará mucho a la rejugabilidad del juego, ya que se podrá comenzar la aventura de varias formas diferentes y cada experiencia será distinta a la anterior, incluyendo una pequeña variación en su final.
La jugabilidad de Byte The Bullet también hace gala de unas mecánicas muy interesantes que usaremos para superar unos cuantos niveles previos al jefe final que siempre ofrecerán una desafiante experiencia debido a la constante aparición de enemigos y a las diferentes trampas colocadas por sus escenarios. Nuestro soldado antivírico puede disparar y también realizar un doble salto mediante jet pack, pero ambas mecánicas tendrán su propia limitación: si el arma se sobrecalienta disparará con menos cadencia y el jet pack necesitará unos segundos de recarga tras cada doble salto realizado. Más allá de la atención del jugador, la recogida de monedas será bastante importante para la recarga de energía y aquí, de nuevo, observaremos la increíble inteligencia que derrocha Byte The Bullet. Al estar en las tripas de un ordenador, el sistema binario (0 y 1) serán las monedas principales del juego, pero cada una tendrá una función diferente: los 1 servirán para restablecer al completo la funcionalidad de las mecánicas y los 0 servirán para alcanzar capacidades de 8, 16, 32 y 64 bits que irán activando unas habilidades (mayor daño de disparo, recarga rápida del jet pack, resurrección del personaje…) que potenciarán al soldado antivírico. Estas habilidades se irán desbloqueando a lo largo de la trama y se podrán configurar al comienzo de los niveles, momento en el que me gusta ver al propio Esteban juzgando si la configuración es buena o mala para afrontar el nivel, algo que incentiva a que el jugador vaya probando distintas configuraciones hasta ver cuál puede ser la perfecta para superar el nivel e incluso para completarlo al 100%.
Los niveles principales de Byte The Bullet son un caos muy divertido a la vez que desafiante, ya que salen enemigos de todos los rincones y muchas veces no dejan ni un momento de respiro, pero sobre todo destacan por la estética y las mecánicas exclusivas que representan cada componente que estemos visitando, regalando así varios momentazos durante la aventura. Una de mis partes favoritas, sobre todo por su colorido, son los niveles de la tarjeta gráfica donde se pueden usar bloques de colores para poder disparar el pigmento correspondiente y también para cubrirnos tanto de una lluvia RGB dañina como de los coloridos disparos de ciertos enemigos. Como este, hay varios ejemplos interesantes repartidos en cada componente: unas cajas que distorsionan la música del juego que deberemos destruirlas desde lejos para que no nos hagan daño, la pasta térmica pegajosa que nos ralentiza o los ventiladores que nos elevan hacia lo más alto, bloques de minas que hay que divisar a lo lejos para evitarlas… Y todo ello en unos niveles que no tienen una estructura muy grande por lo general, pero que están cargados de una acción intensa, mucha adrenalina debido a sus plataformas, mecanismos interesantes y, sobre todo, bastantes secretos como vidas extra o el desbloqueo de algunas habilidades.
Y hablando de secretos, es hora de hablar sobre las referencias y homenajes videojueguiles que encontraremos a lo largo de Byte The Bullet. Lo primero que hay que destacar es que Esteban se comunica con nosotros mediante un Codec como en Metal Gear, el cual es uno de los guiños que veremos constantemente durante la campaña, pero también iremos encontrando otras referencias y sorpresas de formas diferentes. Por una parte están los soldados aliados que deberemos salvar de las garras de los virus para que luego nos den pistas o consejos sobre un nivel -además de algún fragmento de salud- acompañados de frases míticas de videojuegos -como Bioshock o Fallout- e incluso referencias a memes relacionados con juicios entre famosos, pero la verdadera chicha está en unas salidas alternativas en cada Nivel 3 de los componentes que nos llevarán a las fases de una memoria RAM en la que disfrutaremos de los verdaderos homenajes. Aunque la estructura de este mundo especial es similar al resto de componentes, sus niveles ofrecen una experiencia completamente diferente a las fases principales de la campaña, incluso permitiéndonos experimentar juegos clásicos con alguna que otra variación.
Debo decir que, aunque no afecta mucho a la experiencia del juego, gran parte de estos niveles secretos se desvelan demasiado durante el tráiler que tenéis incrustado en este texto -podéis echarle un vistazo sin miedo-, pero creedme que jugar a estos homenajes es algo que nunca os esperaríais. Primero porque casi todos ellos son una interesante combinación de muchas referencias que funciona fenomenal -consiguen dejarnos sorprendidos desde el primer nivel especial-, pero es que en alguna fase incluso llegaremos a jugar ciertos juegos clásicos con casi la misma jugabilidad o estructura adaptados al gameplay de Byte The Bullet, como puede ser el caso del homenaje al Prince of Persia original -algo que ya nos enseñaron en el Line Up 2024 de JanduSoft celebrado en el pasado mes de enero-. Y el resultado general es fantástico, sobre todo porque se nota todo el mimo y todo el interés que ha puesto Esteban Marín en homenajear los juegos que han formado parte de su vida y también para ofrecer otra forma de conocer grandes clásicos de los videojuegos.
Sin duda, este Byte The Bullet es un juego tan recomendable que va más allá de su enfoque y estética retro, que son cosas que funcionan como un tiro desde el primer momento. Ya tuve la sensación cuando JanduSoft nos enseñó el juego por primera vez y no me canso de destacar toda la inteligencia que derrochan las aventuras cibernéticas del soldado antivírico. Es frenético, es divertido y, de la misma forma que ocurre en Astro Bot, consigue sacarte una sonrisa cuando recuerdas y también descubres todos los juegazos que ya forman parte de la industria de los videojuegos.
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